martes, 21 de febrero de 2012

Pancarteros


Está muy claro. La táctica es provocar y provocar. No van a dejar el poder andaluz tan fácilmente. Oído y calma compañeros.  El cambio andaluz es imparable, y ellos se rasgan sus vestiduras de hipócrita manera,  proclamando hoy su olvidado afecto al rigor, porque se ven en el banco de la oposición, aunque no sean leales. 

La izquierda no quiere el poder para seguir gobernando; quieren seguir colocando, enchufando, EREando y abochornando a los andaluces de bien con sus corruptelas. Cuan escondida estaba la queja mientras el de León contaba nubes; cuan pixelada era la ofensa de aquel recorte cotidiano, y ahora, míralos... alardeando de ocupar la calle, como si fuera su venganza contra los que no los votaron, aludiendo al temor, cuando fueron ellos los que inventaron el miedo. 

Hoy se alegraban de estar de nuevo en la calle, esa que cerraron a cal y canto cuando gobernaban los suyos, la misma que ahora quieren recuperar para alimentarse. No es extraño, siendo el maquiavélico Alfredo el que los organiza. 

Por ello, por el ansia de tomar el sol al amparo de la pancarta cuanto antes, han reducido su cortesía, esa hija de puta, a sólo 50 de los 100 dias previstos en el manual.  

Así son, y así les va... Menos mal que la mayoría del pueblo, los tiene calados. 


lunes, 6 de febrero de 2012

En su mundo

 BUSCANDO el eje de su carreta, quizá pensando más en el ego que en el ello, han pasado un fin de semana intenso. Unos defendiendo a Prisa, otros a Mediapro. Y lo único que han conseguido, visto desde fuera con cierta preocupación, es desnudar el futuro de su partido hacia cotas impredecibles. Quizá ese fue su fallo, un error de predicción que les costará caro: olvidarse de la ideología y hacer de su gobierno puro pragmatismo inútil, priorizando lo banal sobre lo importante.

Los perdedores resoplaron tras oír al ganador decir que no es sectario, mosqueados y socarrones ante la falacia de Alfredo. Es la misma broma que tienen en Granada quienes mandaban en la Diputación, cuando acusan a quien hoy gobierna de enchufismo, y se van de cervezas después, como si tal cosa. Ellos, inventores de la corriente alterna y de la corriente continua en el método "digital" de enchufes amigos, acusando a otros de enchufismo. Tiene bemoles tan cínica partitura.

Estaban y seguían en su ombligo y olvidáronse de gobernar; de establecer y proponer medidas que nos alejaran del ogro de la ruina que nos aletea y torpedea cada día que amanece. Hasta el leonés reconoció el error de no caer antes en la cuenta de la crisis. Ellos, progresistas con chaqueta de pana, que congresean y besuquean en un hotel de cinco estrellas, con bocatas a 10 euros y cafés tres veces más caro de lo que dijo Zapatero que costaban, no cayeron en la cuenta mientras gobernaron de que los banqueros se lo llevaban crudo en papeles de 500 machacantes, y que había que poner coto al descaste febril de sueldazos y pensionazos.

Su izquierda no se atrevió a tanto. Tuvo que llegar De Guindos, de derechas, con orden expresa de Rajoy, para decir basta ya. Los bancos y Cajas que hayan tenido ayudas públicas tendrán que limitar los sueldos de sus directivos, y anular las aportaciones extraordinarias a sus planes de pensiones de cinco estrellas, dos galaxias y un cometa. Y se obligará a los banqueros con ayudas del FROB a cumplirla, con la supervisión del Banco de España, que hará el trabajo de fiscalización y control del que se ausentó hasta ahora.

Zapatero iba a Rodiezmo (hasta que dejó de ir por temor a los pitos en 'Re menor' con que le acogotaban) y levantaba el puño del "agrupémonos todos", pero se le escapaba el poder bancario por la rendija de los compromisos adquiridos previamente. Se le olvidó gobernar para impedir el oprobio de recortar para unos, mientras otros necesitaban carros para cargar de billetes sus derechos. Y De Guindos los bajó del guindo, puso coto al desmán, y hoy, todos piensan que tenemos un gobierno más justo y más equilibrado que aquel que nos dio quien fue relevado el sábado en Sevilla, por muy progresista que se declarara.

La derecha rebaja el sueldo a los banqueros, y la izquierda los indulta. Por eso España ha derrotado al zapaterismo, porque su mirada no era de este mundo. Sólo era la mirada de su mundo.