Dietas y kilómetros

Es difícil superar los estigmas personales de implantación rumorológica, y que atizan a personas honradas por el sólo hecho de discrepar políticamente de la versión oficial que quiere imponer el régimen socialí.  

La insistencia en la misma mentira de manera contumaz, tiene como intención consolidarla como una verdad auténtica.  No estoy dispuesto a consentirlo.  Más aún si de ello se derivan consecuencias familiares absolutamente intolerables, puesto que el político soy yo, aunque los sufrimientos les sacudan también a mi familia.

Yo no he cobrado dietas NUNCA de la Diputación de Granada.  Repito, NUNCA.  O sea, 0 € de cantidad líquida total.  Y en el día de ayer, tanto desde el PSOE, como desde IU se ha mentido a la opinión pública con las declaraciones que atentan contra mi honradez y mi integridad moral, llegando incluso, en el caso de la portavoz comunista a llamarme "ladrón", cuando dijo que yo "robaba", o cuando dijeron desde el PSOE que yo, había pasado factura de cuatro viajes diarios (Granada Hoy, edición 15-9-2011) desde Cúllar a Granada. Es falso de toda falsedad. 

Y ellos insisten en hacer del inexistente caso "Torrente", (si algo tienen, ¿por qué no se van al Fiscal con el tema?) porque con ello pretenden tapar el verdadero escándalo, demostrado y justificado, que algunas diputadas del PSOE gobernante en el anterior mandato, cobraron dietas a la Diputación por ir a rezar.  O cobraron dietas a la Diputación por ir a atender su despacho.  O cobraron dietas a la Diputación por ir a presenciar el Zaidín Rock.  Y esto lo hacía gente de izquierdas a la que, la Diputación de Granada, les pagaba un buen sueldo por atender de manera exclusiva la representación que ostentaban.  

Lo dije en su momento, y lo repito ahora: Pepe Torrente es un tío honrado.  Y no tiene nada que esconder.  Más bien al contrario, le gusta explicarse, ir  por el mundo abierto en canal para que todos conozcan  que su trabajo es sincero, y lleno de entrega a la causa del servicio a los ciudadanos. 

Es curioso, después de la tralla que le dieron al candidato Pepe Torrente con los kilómetros, para evitar que pudiera ganar las elecciones del pasado mayo, no les queda ahora otro remedio que ver cómo, su esfuerzo por desprestigiarme, les ha llevado a perder las elecciones una vez más.  Y Pepe Torrente, ese hombre, a pesar de todos los esfuerzos por ensuciar su nombre, es el alcalde de Cúllar.  Al final se confirma la teoría: "al pueblo no se le engaña tan facilmente". Y es que mi pueblo, es un pueblo torero.