sábado, 10 de septiembre de 2011

Sí a las diputaciones

Volvemos a la carga del blog chaunero, pidiendo excusas por el excesivo tiempo transcurrido desde mi último post. Intentaremos ser más ágiles a partir de ahora. Y retomamos el debate hablando de las diputaciones.

Las diputaciones de Alfredo Pérez Rubalcaba son las que no existen. Tantos años utilizándolas para merodear atentos el nivel de paro de los suyos, que ahora pretender fulminarlas cuando, de 38 posibles, el PSOE sólo gobierna en 11. No está bien que así sea, y no es posible que creamos lógico el debate que quieren implantar desde la candidatura de Alfredo Pérez.

Las diputaciones de España gobiernan los intereses de más de 15 millones de ciudadanos, y tienen en sus manos el asesoramiento, la planificación y la ejecución de proyectos de los municipios más pequeños, que por sí solos no podrían llevar adelante por su escasez de medios. Ello es especialmente así en la mayoría de los 168 municipios de Granada, que son menores de 20.000 habitantes.

Dijo el anterior presidente socialista de la diputación de Granada que las diputaciones habría que inventarlas de no existir. Y tenía razón, so pena que ahora, que él no manda, apoye al candidato de su partido en sus perversas intenciones de eliminar el puesto de trabajo de más de 1.800 personas, y acabar con los entes provinciales. O sea: Rubalcaba pretende hacer todo lo contrario de lo que antes pregonaban.

Caler, convocó en Granada una reunión de presidentes de diputación de las ocho provincias andaluzas en 2004, defendiendo la necesaria administración intermedia entre las CC.AA. y el Estado. Ahora, ¿cual es su discurso? Vamos a provocar que opinen en el próximo pleno provincial.

Si los socialistas pierden el gobierno de la Junta de Andalucía, sólo nos quedaría que oír la petición de que desaparezcan las comunidades autónomas. Que todo es posible, viendo el nivel de encaje de derrotas que presentan algunos.

Nosotros no negamos la obligación de reordenar el conjunto de las administraciones públicas, para evitar en algún caso la duplicidad de funciones, pero de ahí a la desaparición de los entes provinciales va un trecho demasiado ancho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario