jueves, 2 de diciembre de 2010

Intervencionismo gubernamental exagerado




En estos días se debate en el Senado la denominada Ley Antitabaco. En el trámite de Comisión, el PP, CiU y PAR han conseguido sacar adelante unas enmiendas para garantizar una moratoria en la aplicación de la norma, que permita a los hosteleros habituarse a la nueva realidad, toda vez que la ley tiene prevista su entrada en vigor, irremediablemente, el día 2 de enero de 2011. Es algo parecido a lo que han previsto 24 de los 27 países de la UE.

Asimismo, se ha impuesto el criterio de los mencionados partidos para que se permita a los locales de ocio y hostelería, habilitar espacios de fumadores, sin servicio, y con prohibición expresa para menores.

El PSOE ya ha dicho que va a tumbar esas enmiendas cuando la ley vuelva al Congreso, y con los socialistas, votarán de acuerdo IU y ERC, y posiblemente PNV.

Yo soy no fumador, pero creo en la libertad individual. Prohibir fumar en la vía pública me parece exagerado. No es de recibo tanto intervencionismo, tanto paternalismo gubernamental estatal y autonómico. Es propio de la izquierda política, el ejercer un control altanero y exagerado de la libertad de los individuos, que exigimos nuestro derecho a ejercer nuestra libertad como mejor nos convenga.

Desde este gobierno, nos quisieron aleccionar para que comieramos carne de conejo (que no es mi tipo). Luego, alertándonos de la grasa en las hamburguesas, nos querían hacer nuestro menú diario casi por ley; en algunos sitios han prohibido las corridas de toros, y ... a este paso, acabarán prohibiéndonos los piononos de la merienda, por el exceso calórico que aportan a nuestro organismo.

Estoy de acuerdo en que el encuentro de los derechos de unos y de otros deben de tener un espacio de respeto, pero la libertad individual, bajo mi modesta opinión, no debe de tener limitaciones por un paternalismo estatal tan exagerado como intervencionista y, a veces, incluso ridículo.

Y la hostelería, con trabas de este tipo, también perjudicará el crecimiento económico, que tan necesitado está de crear empleo. Y si en los bares no se va a poder fumar, mucho me temo que la cañita o el vinito, nos lo tomemos en casa, y con ello, el paro será el destino de muchos currantes de la hostelería española, de fama mundial, por otra parte.

Aunque, para hipócrita vergüenza final, queda el hecho de que, el gobierno, sigue subiendo los impuestos del tabaco, a la vez que intentan limitar su consumo, lo cual puede significar que, ante la hipotética bajada del consumo, se suben los impuestos, para no perjudicar la recaudación. Lo dicho, todo bastante hipócrita.

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